domingo, 10 de noviembre de 2013

CRITICA: Philip H. Anselmo & The Illegals, 2013

Artista: Philip H. Anselmo & the Illegals
Álbum: Walk Through Exits Only
Estilo: Groove/Hardcore
Nota: 7,5/10 




Leyendo declaraciones recientes de Phil Anselmo (para mí será siempre Phil y no Philip), da la impresión de que a día de hoy es la persona en la faz de la tierra que más echa de menos a Pantera y en especial al genio Dimebag Darrell. La locura de un joven marine nos dejó sin uno de los creadores de riffs más increíbles que ha dado la historia del metal, y directamente sin la banda que supuso una verdadera revolución metálica a principio de los noventa. Unos tejanos, que después de su metamorfosis del Glam al Groove/Hardcore/Thrash, literalmente arrasaron. Haciendo que los reyes del cotarro por aquel entonces Metallica, Megadeth y Slayer comenzaran a mirar a sus espaldas pues su trono estaba amenazado por un felino negro enfermo de rabia. Y gran parte de la culpa la tuvo este “borrachuzo heroinómano” con pintas de neonazi y cuerpo de boxeador de barrio, que berreaba cada frase como si le fuera la vida en ello, con una rabia y visceralidad que pocas veces se han visto.

Pero por desgracia para todos la cosa acabó, y acabó incluso antes de la muerte de Dimebag, pero se palpa en el aire un resquemor que nos dice a todos que de no haber muerto Darrell, a estas alturas ya se hubiese producido una reunión de la banda. Anselmo lo quiere y no para de tirar mensajitos a la prensa, demostrando su arrepentimiento y remisión, pero Vinnie anda profundamente herido, y ni siquiera los litros y litros de alcohol que bebió después de la muerte de su hermano han conseguido cerrar la herida abierta. Así que Anselmo, consciente de que la ansiada reunión anda todavía a años luz de producirse decide atacar con esta salvajada de disco.

Philip H. Anselmo & the Illegals es una declaración de intenciones en toda regla. Phil lleva años intentándolo, inmiscuyéndose en mil y un proyectos, pero sin encontrar uno que consiga calmar su intensa agresividad interior. Down, bajo la ridícula etiqueta del “Southern Metal”,  y aun siendo la banda que mejor le ha funcionado a nivel de popularidad, acaba aburriendo a las piedras. Y a ella le podemos adjuntar un montón de bandas más que ni fu ni fa; Arson Anthem (aquí intentándolo como guitarra), Viking Crown (aquí del rollo multiinstruemntista), y otras cuantas más, salvando hasta cierto punto, si me apuras, su trabajo a la voz en Superjoint Ritual.

Pero en resumidas cuentas, sigue siendo evidente que Anselmo todavía no ha sido capaz de sacarse la espina clavada de su banda mater. El mismo dijo hace unos días, hablando sobre el enfoque musical de su nuevo trabajo, que con este disco intentaba hacer la música más brutal posible sin la necesidad de caer en los esquemas preconcebidos del Death o el Black, o la continua utilización de blast beats, intentar crear ritmos angustiados y agitados que diesen esa sensación de energía , que dicho con otras palabras vendría a ser un “quiero sonar como Pantera  y volver a patear culos sin la necesidad de ir continuamente a todo trapo”. Y la pregunta es de cajón ¿Finalmente Anselmo ha conseguido sacarse la lanza ardiendo que lleva quemando su alma desde hace años? Vamos a descubrirlo.

El primer adjetivo que te viene a la mente después de la primera escucha de “Walk Through Exits Only” es el de desquiciante. Este disco es una de las locuras más grandes que escucha un servidor desde la era de Strapping Young Lad. El “enfermo” de Phil se pasa el plástico rugiendo de una manera tan extremadamente salvaje y (aparentemente) desordenada, que uno tiene la sensación de que el de Louisiana es un auténtico perturbado mental. Gritos, gritos y más gritos, a cual más colérico y angustioso. Y si a esto le sumamos que instrumentalmente el disco no es ninguna maravilla, pues a las primeras de cambio ya podríamos afirmar que el disco es una auténtica basura. Pero si algo caracteriza al que hoy os escribe es su paciencia y perseverancia antes de dar el veredicto final sobre un trabajo, así que ni corto ni perezoso llevo varios días metiéndome sesión continua de Anselmo & Cía, y la verdad es que la opinión de este disco desde su primera escucha a día de hoy, ha variado bastante. No os voy a vender la moto ni a deciros que nos encontramos ante una obra maestra, pero si uno analiza esta locura extrema con algo más de detenimiento, consigue sacarle bastante jugo.

Al final, en esto de la música, dejando de lado la calidad o no calidad “de”, todo acaba reduciéndose a una cuestión de sensaciones. Hay gente que escuchando a Dream Theater es capaz de llegar al éxtasis, y otros que afirman que los de Nueva York los dejan totalmente fríos. Pues bien, os aseguro que cuando acabé de escuchar este trabajo por primera vez, mi cuerpo andaba supurando sudor por todos los poros de mi piel, y llevaba tal tensión en mi faz que cualquiera que se hubiera cruzado conmigo por la calle habría pensado que era un jodido psicópata. Así que me dije “oye, parece malo, pero ¿cómo es que me ha dejado en este estado tan alarmante?”.  Y es que este trabajo te pone las pilas y de qué manera. Si el objetivo de Phil era transmitir al oyente todas sus frustraciones personales, toda su ira, todo su dolor por la muerte de Dimebag y otros quehaceres, hay que decirle que lo ha conseguido y con creces.

“Walk Through Exits Only” es una gigantesca roca de lava volcánica que arrasa a su paso, quemando, destruyendo, aplastando, todo lo que encuentra. En sus cuarenta minutos de duración no hay un jodido momento de tregua (bueno sí, al final del disco pero eso os lo explico luego), la atmósfera que consigue crear Anselmo con esa manera de cantar tan desesperada acaba siendo asfixiante, y paradójicamente adictiva. Tanto es así que por momentos uno acaba incluso olvidándose un poco de la música y concentrándose únicamente en los gritos de Phil. ¡Mala ostia joder y de la que te llega! Hay mil cantantes mejores que Anselmo, capaces de profundos guturales y sutiles voces limpias, pero pocos son capaces de transmitir tanto como él, y eso que sus cuerdas vocales ya no son las de antaño. Si es que el tío tiene tanto carisma que solo con ver la portada uno ya se pone calentito.

Dentro de esta vorágine musical encontramos destellos de varias bandas contemporáneas de Pantera que, al igual que ellos, decidieron que el camino para hacer música brutal no tenía que ser a la fuerza el del Death o el Thrash. Así por ejemplo “Betrayed” tiene un inicio calcado al tema “Cyberwaste” de Fear Factory y un final con sintetizadores también made in Cazares. En “Usurper Bastard’s Rant” aparecen los típicos “chirridos” de guitarra de Machine Head. También encontraremos varios momentos que nos recuerdan bastante a los británicos Naplam Death, y es que una de las etiquetas que se puede aplicar en este trabajo es sin duda la de Hardcore/Crust. Y por supuesto también hay varias reminiscencias a Pantera, como era de esperar. Pero por suerte no son ni plagios, ni excesivamente abundantes, digamos que Phil lo lleva en la sangre y es inevitable su aparición. En resumidas cuentas podemos decir que “Walk Through Exits Only” va picando de muchos sitios, pues Anselmo ha crecido como músico escuchando a las bandas mencionadas, pero el plástico tiene alma y sonido propios.

El nivel de locura de este trabajo es tan alto, que en la primera escucha a uno incluso le parece que Anselmo canta literalmente a su puta bola. Pero cuando después de varios repasos, ya hemos sido capaces de acostumbrarnos a semejante torbellino sonoro y nos podemos concentrar más en los detalles, vemos que dicha afirmación es totalmente errónea. Que Phil canta como un jodido demente es verdad, pero sin duda sabe perfectamente donde está poniendo y enfocando cada uno de sus chillidos, buscando siempre impactar con la máxima fuerza.

Y si antes os mencionaba que a nivel instrumental el disco no era ninguna maravilla, las repetidas escuchas también me han hecho cambiar bastante de opinión, y aunque los músicos que le acompañan no son ningunos virtuosos (tampoco era necesario), cumplen a la perfección su cometido, avasallando al oyente con un montón de riffs destructivos que van cayendo uno tras otro con gran homogeneidad, y eso no es tarea fácil, pues el número de cambios de ritmo por tema es bastante elevado, y muchos de ellos son sincopados. Por eso me gustaría hacer una mención especial al gran trabajo que hace el jovencísimo batería (también miembro de Warbeast) Joe Gonzalez, con un dominio y un “savoir faire” con el doble bombo extraordinarios, conjuntando la amalgama de riffs entrecortados antes mencionados con gran maestría, y convirtiendo en canciones lo que podía acabar siendo un auténtico puré de riffs.

Aunque a más de uno le parezca una osadía lo que voy a decir, pienso que este disco, dejando de lado comparaciones imposibles entre calidad, estilo y época, vendría a ser un  “Pleasure to Kill” o un “Reign in Blood” de la era actual, al menos en cuanto a espíritu y predisposición se refiere. El principal objetivo de Anselmo con este trabajo es patear culos hasta ensangrentarse las uñas de los pies, básicamente lo mismo que pretendían en su día Kreator y Slayer, y de verdad que lo consigue.

Y al hilo de esta “comparación”, mencionar también que el disco es breve, lo cual le viene como anillo al dedo, pues una hora a este ritmo sería capaz de tumbar a cualquiera. La duración real del disco son cuarenta minutos, y bajo mi criterio dura treinta y tres. Ya que resulta que el último corte “Irrelevant Walls and Computers Screens” dura la friolera de doce minutazos, pero los realmente importantes son los cinco primeros, y el resto es relleno puro. Así que las cuentas cuadran, un disco con objetivo asesino se tiene que mover (por tradición) entre los ocho y diez cortes y los treinta y cuarenta minutos.

Poco más, que la reseña se está alargando y no le encuentro el final. Pasaría un rato más con vosotros destilando tema a tema todo el veneno que contiene este “Walk Through Exits Only”, como el riff asesino de este mismo tema, el estribillo ultra salvaje de “Bedroom Destroyer”, el inspirado riff serpenteante de “Batallion of Zero” y mil cosas más, pero prefiero no adelantaros nada más para que os llevéis el mismo ostión en la boca que un servidor al escuchar esta animalada de disco. Y hoy más que nunca os apelo a una máxima, no os quedéis en una primera escucha superficial si realmente queréis llegar a entender y disfrutar de este trabajo, dadle un mínimo de tres oportunidades, y os aseguro que a la cuarta ya vais a estar enganchaditos a esta arma de destrucción masiva. Yo ya lo tengo en mi estantería especial de “discos energéticos”, la que uso cuando necesito un buen chute de adrenalina, pues uno no siempre puede irse a practicar deportes de riesgo para conseguir dicha droga natural.